De nuestra etapa colegial recordamos muchos buenos y “mejorables” momentos; dentro de la clase con los compañeros y aprendiendo cosas, conocimientos que luego en nuestra vida diaria seríamos más o menos capaces de aplicar por el curso elegido de nuestras profesiones, pero había algo esencial que allí se aprendía y, gracias a Dios, se sigue aprendiendo: la convivencia, los valores esenciales como el esfuerzo, la justicia, el respeto, la diversidad, la adaptación, la renuncia, la ambición.
Había muchos momentos en la vida de un estudiante y también de un universitario en la que el profesor lanzaba en alto aquello de: “¡Voluntarios!” y lo normal es que se hiciera un silencio sepulcral, de varios segundos en los que la tensión en el ambiente de podía cortar con un buen cuchillo afilado, miradas a todos los lados y el profesor allí, en la tarima, esperando. En muchas ocasiones alguien levantaba la mano y se ofrecía y eso provocaba muchas miradas por parte de sus compañeros que ocultaba diversidad de sentimientos, más o menos identificables, más o menos positivos. Algunas de esas miradas, ocultaba o mostraban, un claro signo de reconocimiento y de agradecimiento.
En estos tiempos de reflexión, de reinvención y sobre todo de una necesidad evidente de liderazgo en las organizaciones, el área de RRHH tiene que actuar de inmediato como aquél chaval voluntarioso, sin miedos y pleno de arrojo e iniciativa, que se ofrecía voluntario. Y RRHH debe serlo y debe ser así reconocido y apoyado para muchas tareas, proyectos y trabajos que van a facilitar a las empresas la posibilidad de salir adelante, de seguir caminando y aprendiendo de los errores, mirar al futuro. Esta voluntad que ha de ser firme y resolutiva por parte de RRHH habrá de ir orientada a temas como:
Para empezar a dibujar estas nuevas realidades, las organizaciones en la actualidad se encuentran en diferentes situaciones internas en las que empieza o continúan mirando en su interior, a la vez que miran a sus competidores y las tendencias de mercado, para tomar decisiones. Algunas prefieren ser “followers” a “líderes”; hay algunos sectores en los que la dinámica de la transformación del entorno se percibe y analiza con un calado de mayor profundidad por lo que requieren de mayor volumen de tiempo “en barbecho”. Pero todas y cada una de ellas, han de repensarse o de reinventarse.
RRHH ha de ofrecerse voluntario para facilitar, liderar, analizar y contribuir al éxito de la organización ya sea en tiempos de luz como de oscuridad. Ya son muchas las organizaciones en las que RRHH ha levantado la mano y está en la primera fila de la batalla, librándola con arrojo, iniciativa y decisión.
Hay dos preguntas adicionales que quedarían por responder… ¿Quién no querría ayudarles? Y, por último, ¿Qué esperamos todos para aportar nuestro granito de arena en este ejercicio? Desde nuestras responsabilidades, como líderes de equipos y “responsables de RRHH” o como profesionales comprometidos con una organización con la necesidad inevitable de avanzar y de seguir creciendo.
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