Ambiente de trabajo más saludable y eficiente

Las empresas operan en un entorno económico cada vez más exigente y competitivo. Las innovaciones en la tecnología, la intensificación del trabajo, las reorganizaciones empresariales y las diferentes expectativas de los cambios demográficos de la plantilla, significan que los empleados necesitan estar en forma, sanos y resistentes y poseer los conocimientos necesarios para hacer frente a un rápido cambio organizacional, para optimizar su productividad y para crecer personal y profesionalmente.

Cuando los empleados están de baja o trabajan desmotivados, las empresas tienen menos probabilidades de conseguir sus objetivos por lo que existe una correlación entre la salud, el bienestar y los logros finales.

Hoy en día las empresas están dando un paso más en su estrategia de Recursos Humanos ampliando el enfoque de seguridad en el trabajo con el de bienestar en el trabajo. Para ello necesitan implementar una cultura de empresa saludable que garantice la salud y el bienestar de sus empleados a la vez que se consigue aumentar su productividad y mejorar sus resultados empresariales.

Cabría añadir que un entorno laboral saludable no es únicamente aquel en que hay ausencia de circunstancias perjudiciales, sino abundancia de factores que promueven la salud.

Los beneficios que se obtienen al implementar esta cultura de bienestar en la empresa pueden ser:

  • Incremento del rendimiento, de la productividad
  • Incremento del compromiso con la empresa, de la fidelidad del empleado
  • Mejora de la calidad de vida, de la satisfacción laboral del empleado
  • Mejora de la imagen de la empresa
  • Descenso de los niveles de absentismo, de presentismo, del estrés
  • Disminución de los costes destinados a la Salud en la empresa
  • Disminución de los índices de rotación

En la implementación de un plan de bienestar no sólo hay que enfocarse en los beneficios de índole económica que conlleva, sino en las pérdidas que se pueden ocasionar si no se ponen en marcha programas destinados a conseguir una empresa saludable.

La buena noticia es que, en un gran porcentaje de situaciones, nuestro bienestar depende de nosotros mismos, está en nuestras manos y promover pequeños cambios en los hábitos de vida de nuestros empleados puede conllevar grandes cambios cualitativos, personales y empresariales.

Son datos más que significativos para que las empresas empiecen a tener una visión más proactiva respecto a la salud de sus empleados.

Desde Mercer ayudamos a nuestros clientes en la identificación y gestión de sus riesgos de Salud y para ello utilizamos un enfoque integrado y holístico para llegar al diagnóstico de la situación y para la creación de estrategias que apoyen la salud, el bienestar y el compromiso de los empleados.

Con una estrategia adecuada, con diferentes acciones a aplicar a corto, medio y largo plazo y unos indicadores para medir el éxito de las mismas, estaremos en disposición  de impactar positivamente no sólo en nuestros empleados sino también en los objetivos empresariales, en los accionistas, en los clientes, en los proveedores, en los familiares de los empleados y en las comunidades donde se integra nuestra empresa.

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